viernes, 15 de enero de 2010

¿Estás conectado?

Buenos Aires ciudad postmoderna. Con sus contradicciones y miserias, pero siempre en movimiento. Nunca quieta. Siempre incierta. Un gran collage de culturas la atraviesan, con la bandera del Tango flameando falsamente. Si, sí es así: El tango no es “nuestro”. Así como muchas otras cosas tampoco lo son. Es más creo que no tenemos muchas raíces claras que digamos, será por eso la cantidad de psicólogos que se asientan por Palermo Psychic.
En realidad, Buenos Aires es una ciudad como muchas de este planeta. Gracias a la globalización podemos romper fronteras que solo hace 100 años hubiesen sido inquebrantables. Fronteras de comunicación digo, fronteras de información, fronteras de distancia, fronteras propiamente dichas. Podemos ver, “estar”, en varios lados al mismo tiempo, teniendo conversaciones simultáneas, fragmentadas, con varias personas (que además están en otra mientras nosotros creemos que no). Los mensajes de texto, los mails, el Chat, el celular (que nombre, no?) , la ya precaria televisión, el ya semi abandonado cine, el sexo virtual, la info, el presente y el futuro evaporados, lo instantáneo, lo efímero, la naturaleza, etc.
¿Qué es de lo que decimos, lo que decimos? ¿De qué hablamos cuando hablamos? ¿Qué hay de nuestro en esto y que no? Propongo una radiografía. Una visita al medico para ver nuestros esqueleto, lo que está por debajo de la piel. Propongo contar las relaciones causales y casuales en esta ciudad y en otras, conectadas a través de los medios de comunicación. Propongo un ruido en las comunicaciones, una interferencia. Un error en una coma que cambie el sentido. Propongo una red, un nudo complicado.
Propongo un coro de hombres y mujeres de nuestra generación, tratando de aprenderse la letra. Propongo la soledad y la falta de comprensión. Propongo el decir te quiero y que signifique nada, o todo. Solo para ver qué pasa.

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